Errores comunes que cometen las familias al recibir a su ser querido tras un tratamiento de adicciones
- Jessica Calvillo
- 25 jul
- 3 Min. de lectura
El regreso a casa de una persona que ha estado en tratamiento residencial por adicciones es un momento de esperanza y alegría, pero también de vulnerabilidad. Muchas familias, con la mejor intención, cometen errores que pueden poner en riesgo la estabilidad emocional del ser querido y, en algunos casos, incluso provocar una recaída.
Comprender estos errores es clave para crear un entorno que verdaderamente favorezca la recuperación.
1. Celebrar el regreso con fiestas o ambientes de riesgo
Uno de los errores más graves es recibir al ser querido con una fiesta familiar que incluye alcohol u otras sustancias. Aunque la intención puede ser "celebrar que ya está bien", este tipo de ambientes puede ser profundamente desestabilizante para alguien que está retomando su vida sin consumo.
Evita: reuniones con bebidas alcohólicas, música o ambientes que evoquen antiguos patrones.
Reemplaza por: encuentros sencillos, familiares, con mensajes de apoyo y reconocimiento del esfuerzo.
2. Negarse a que continúe asistiendo a sus grupos o juntas
Otro error común es que la familia quiera "pasar la página" y no entienda la importancia de que el usuario continúe asistiendo a sus juntas, terapias o grupos de apoyo diarios. Pensar que "ya está bien y no necesita eso" es desconocer la naturaleza progresiva y crónica de la adicción.
Evita: comentarios como "ya superaste eso, no sigas hablando del tema".
Reemplaza por: apoyo activo a su asistencia, incluso facilitando horarios y transporte si es necesario.
3. Sobreproteger o controlar en exceso
Algunas familias se vuelven demasiado vigilantes, queriendo controlar cada paso del ser querido. Esto puede generar tensión, desconfianza y una sensación de incapacidad en la persona que está tratando de reconstruir su vida.
Evita: revisar su teléfono, imponer horarios extremos, seguirlo constantemente.
Reemplaza por: establecer límites claros con amor y mantener canales de comunicación abiertos.
4. Fingir que nada pasó o evitar hablar del tema
Ignorar el pasado o fingir que nada ocurrió puede hacer que el ser querido se sienta incomprendido o incluso avergonzado. La adicción y la rehabilitación son parte de su historia, y negarlo no ayuda a sanar.
Evita: silencio absoluto, evasiones o cambiar de tema constantemente.
Reemplaza por: conversaciones naturales, honestas y sin juicios cuando el tema surja.
5. Reprochar constantemente los errores del pasado
Recordar lo que hizo "cuando estaba mal" puede erosionar la autoestima del ser querido y reforzar la idea de que nunca cambiará. Esto es especialmente riesgoso en las primeras etapas fuera del centro.
Evita: frases como "ojalá no vuelvas a hacer lo mismo" o "acuérdate de lo que hiciste".
Reemplaza por: reconocer los avances, ofrecer palabras de aliento y validar su esfuerzo.
6. No cuidar la salud emocional de la familia
El regreso del ser querido puede reactivar emociones no resueltas, traumas o tensiones acumuladas. Muchas veces, la familia también necesita acompañamiento, pero lo ignora por enfocarse solo en la recuperación del otro.
Evita: asumir que todo estará bien sin hacer cambios internos.
Reemplaza por: terapia familiar, grupos de apoyo para familiares, espacios de autocuidado.
Conclusión
Recibir a un ser querido que sale de una clínica de tratamiento de adicciones es una oportunidad para renovar la confianza, fortalecer vínculos y crecer como familia. Sin embargo, es fundamental evitar conductas que, aunque bien intencionadas, puedan poner en riesgo la estabilidad de quien se está recuperando.
En NACER acompañamos también a las familias en este proceso, porque sabemos que la recuperación es un camino que se transita en conjunto. Acude a nuestros talleres familiares los días sábados en nuestras distintas ubicaciones para más información sobre el rol de la familia en la fase de prevención, tratamiento e inserción social.
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